lunes, 22 de noviembre de 2010

Nosotros, la gente, peleamos por nuestra existencia. No nos creemos perfectos, pero somos libres. Soñamos con nuestros sueños, solos y sin resistencia. Desvaneciéndonos como las estrellas que queremos ser. Sabes que no quise decir lo que acabo de decir. Pero mi Dios se despertó del lado equivocado de su casa. Y ahora ya no importa... porque poco a poco, te dimos todo lo que soñabas. Poco a poco... los deseos de tu vida han disminuido lentamente. Poco a poco... tienes que darlo todo, toda tu vida. Y todo el tiempo me pregunto porqué realmente estas aquí. La perfección soñada debe ser imperfecta, sé que suena tonto, pero es verdad. El día llegó y ahora tiene que aceptar... la vida que dentro de tu cabeza te damos.