sábado, 4 de diciembre de 2010

Hola, yo quiero confesar que ahora estoy pensando en tu sonrisa, lo mismo hago a todas horas. Tu aroma llega como la brisa, tu aliento como un caricia, tu amor me llena de alegría cada día, ¿quien diría? . Quiero, que sepas que por ti me muero. Tus ojos son como luceros con lo que alumbro mi vida, mi alma y mi fantasía. Si no esta de noche no hay día, y estar tan sola no podría, cada día moriría.
Mi alma te pertenece, ya yo le ruego que tus ojos no dejen de mirarme, que tus labios no dejen de besarme, que tu vida sea solo para mi.