Somos elecciones, elegimos a quien le damos prioridad en nuestra vida, elegimos quien nos afecta e inclusive quien nos destruye. Yo te di todo de mi, mi tiempo, mi paciencia, mi empatia, mi amor y hasta mi vida si me la pedías, y sin embargo preferiste que lo que afecte tu existencia fueran los falsos vínculos y relaciones que tenías con supuestos amigos que nunca hicieron ni la mitad de lo que yo si hice por vos, que no te aceptaron en tu totalidad, en tu autenticidad, que te juzgaron, que no te eligieron e incluso hasta te dejaron solo. La amistad verdadera y sincera también te la puede dar una pareja, te la di yo, porque todo fue real, pero tu elección fue otra y decidiste aislarte, hundirte en tu soledad, y proyectar en mi todo ese daño que te hicieron los demás.
El plan era unir las piezas rotas, no romperte más, y mucho menos romperme a mi.
No hay confusiones en mi, ni grises, sé lo que quiero, sé lo que siento, y absolutamente siempre tuve en claro el amor que te tenía y lo que estaba disputa hacer por vos.